UNA NOVELA CRIMINOLOGICA
La Justicia desde adentro
Por Raúl Zaffaroni *
En un orden que no es el específico mío pero en cierta forma está vinculado, y nunca me animé a hacer, es escribir ficción. Hacer una novela policial, tipo Agatha Christie más complicado.
Demostrar desde adentro cómo se hace, cómo se investiga, cómo se llega a una sentencia en casos muy distintos. Que sea un recorrido por un curriculum largo. Si uno tuvo un curriculum largo significa que tuvo una vida larga. Y esos casos deberían ser dramas para la víctima y el victimario, las imbricaciones de dramas distintos. La imagino como una novela criminológica más realista. Podría tener el estilo dinámico de Jorge Amado, que mantenga despierto al lector. Pero dominar eso está lejos de mis posibilidades reales. Por eso, no sé si lo podría hacer. Una cosa es tener proyectos, otra es ser omnipotente. Tal vez sea porque el estilo jurídico, aburrido llamémosle, me ha incapacitado para escribir otro tipo de cosas.
Siempre me han gustado las tareas en el orden de lo manual. Modelar por ejemplo. Alguna vez he hecho esculturas en papel mâché. No sé hacer cerámicas, no tengo esa técnica, y no lo hago porque me obsesiona mucho y me quita tiempo libre. A veces me quedo pensando, ¡qué lindo hacer un galeón de papel mâché!
Tampoco era para mí una cuenta pendiente ser juez de la Corte. Incluso creo hoy en día que no hice bien los deberes. Hay una imagen que se vende, una imagen falsa de que el juez tiene que ser alguien neutro, sin ideología, apolítico, apartidista, asexuado. Una figura que está más allá de lo que le pasa a la sociedad cotidiana. Naturalmente ese juez no existe y si existiese sería medio degenerado o incapaz.
A un sujeto así podés llevarlo al Tíbet, pero no llevarlo a resolver problemas reales de personas reales. Esa imagen no la cultivé nunca, más bien di siempre la de alguien transgresor que trata de innovar.
* miembro de la Corte Suprema de Justicia
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