Nació en Chascomús en el año 1940. Bajo el cielo del paraje de La Florida transcurrieron su infancia y su adolescencia.
Se empapó de costumbres y tradiciones del mundo rural y practicó los más diversos oficios, desde alambrador hasta tambero.Desde temprano se sintió atraído por el canto improvisado a través de las audiciones que, en Argentina o Uruguay, difundían la lírica payadoril. Esos programas los familiarizaron con las voces de Angel Colovini, Carlos Chazarreta, Pedro Medina, Luis Alberto Martínez, Clodomiro Pérez y Juan Carlos Bares.Cuando contaba con 14 o 15 años ya improvisaba, aunque carecía de conocimientos en cuanto a rima o métrica. No obstante, hilvanando versos de factura desordenada, empezó a intervenir en cuanta reunión fuese bienvenida la copla momentánea. Se trataba de una experiencia menor, necesaria sin duda para probar suerte con los consonantes y los auditorios.La experiencia mayor tendría lugar durante un espectáculo en el que actuaban los payadores orientales Julián Martínez y Ricardo Aita, secundados por el guitarrista Marencio Mieres. Crubellier pidió improvisar con Martínez y este aceptó. Como no dominaba la guitarra, debió acompañarlo Mieres. Esa noche, sin que el lo supiera, iniciaba su carrera profesional.
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